En nuestro mundo acelerado y a menudo abrumador, donde la temporada navideña parece enfatizar el estar ocupados por encima de la paz, “Rosario en la mano y Navidad en el corazón” nos ofrece una invitación que nos
ancla de nuevo en la esencia de la Navidad: la paz, el amor y la presencia de Cristo en nuestras vidas. Este mensaje resalta la
necesidad de la oración, especialmente a través del Rosario, como fuente
de renovación espiritual y conexión con Dios, como lo experimentó y
enseñó el Venerable Patrick Peyton.
Rosario en la mano, Navidad en el corazón
El Rosario, que el Venerable Patrick Peyton promovió célebremente
con su frase, “Familia que reza unida permanece unida”, es una manera
poderosa de encontrar la paz y la alegría de Cristo. En su propia vida, fue
testigo de cómo el recurrir a María a través del Rosario nos acerca a
Jesús, a su sanación milagrosa, que es el corazón de la Navidad y de
nuestra fe cristiana. Sostener las cuentas del Rosario es más que un ritual;
es una invitación a experimentar la Navidad todos los días, abriendo
nuestros corazones a la presencia de Dios.
San Juan Pablo II dijo una vez: “El Rosario es mi oración favorita.
¡Una oración maravillosa! Maravillosa en su simplicidad y su
profundidad.” El Rosario refleja los misterios de la vida de Cristo,
permitiéndonos meditar sobre su Encarnación, Pasión y Resurrección. Al
sostener las cuentas y rezar cada Ave María con amor e intención,
hacemos eco del “Sí” de María a Dios, invitando a Cristo a vivir y crecer
dentro de nosotros, tal como Él fue concebido y nació a través de ella.
Esto abre nuestros corazones para celebrar la Navidad no solo como una
temporada, sino como una realidad diaria.
La Biblia ofrece profundas enseñanzas sobre el poder de la oración.
En Filipenses 4:6-7, se nos recuerda: “No se inquieten por nada, en toda
ocasión, con oración y súplica, presenten sus peticiones a Dios, y la paz
de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus
mentes en Cristo Jesús.” El Rosario, con su cadencia rítmica y su belleza
repetitiva, nos atrae suavemente hacia la paz, permitiéndonos dejar
nuestras cargas y recibir la tranquila certeza de la presencia de Dios.
San Padre Pío animó a los fieles a “Amar a la Madonna y rezar el
Rosario, porque su Rosario es el arma contra los males del mundo hoy en
día”. Cuando rezamos el Rosario con “La Navidad en el Corazón”, nos
preparamos para ver a Jesús en cada parte de la vida, para encarnar Su
compasión y llevar Su paz a los que nos rodean. El Venerable Patrick
Peyton vio esta verdad y creyó apasionadamente que las familias y
comunidades podrían fortalecerse con el Rosario, abriendo la puerta para
que Cristo transforme las relaciones, especialmente en el hogar.
En nuestro contexto moderno, donde muchos buscan estabilidad y
esperanza, sostener “el Rosario en la mano” simboliza un acto de
confianza, una forma de invitar a Dios a nuestras vidas constantemente.
Escuchemos las palabras de Santa Teresa de Calcuta: “Si quieres llevar la felicidad al mundo entero, ve a casa y ama a tu familia”. El Rosario
nos da la fuerza para amar más plenamente, para construir familias más
fuertes y fomentar la unidad. Esta Navidad y más allá, renovemos
nuestro compromiso con la oración, tomando nuestras cuentas y
manteniendo la Navidad en el corazón. Que a través del Rosario,
podamos encontrar a Cristo de nuevo cada día y llevar Su paz a un
mundo tan necesitado de esperanza.
Les deseo a todos un bendecido Adviento y una alegre temporada
navideña llena de paz, esperanza y luz. Que la conmemoración del
nacimiento de Cristo renueve nuestros corazones con amor y bondad,
llevando calor a nuestros hogares y alegría a nuestro mundo.
Abracemos esta santa temporada con gratitud y fe, listos para recibir Su
amor de nuevo. ¡Feliz Navidad y un Año Nuevo 2025 lleno de gracia!
Reverendo Shaji M.L, C.S.C
Director Nacional, HCFM – Canadá
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